Fernando Pérez Peña

El tiempo vuela. Han pasado ya cuatro años desde que en 2019 me presenté por el PSOE a las elecciones locales en Riaguas de San Bartolomé. Pensaba que no podía ser muy difícil esto de la política municipal en un municipio tan pequeño. Y lo primero que descubrí fue que estaba equivocado.

Ya he comentado en alguna otra ocasión que los Ayuntamientos, da igual su tamaño, se rigen por una normativa común, lo que quiere decir que gran parte de las obligaciones que derivan de esa normativa son exigibles a todas las entidades locales y a sus representantes. Por eso la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local o el Reglamento de Organización y Funcionamiento de las Entidades Locales son lecturas obligadas para comprender el funcionamiento de un Ayuntamiento. Además, todos sabemos que la administración electrónica ya es una realidad, por lo que la conclusión es que un municipio, por pequeño que sea, no es ni mucho menos una comunidad de vecinos. También constaté muy pronto que puede ser una labor muy sencilla si no te implicas, si vas al tran-tran, si dejas todo en manos de los secretarios. Estos sin duda cumplen una labor esencial en la garantía de la legalidad y el asesoramiento. Pero en ocasiones tendemos, por comodidad o desconocimiento, a asignarles tareas que deberían ser responsabilidad de los miembros de la Corporación.

Aunque pasan rápido, cuatro años dan para mucho. Para sentir que el trabajo merece la pena y tiene su recompensa -desde luego no económica- también para desesperarse porque muchas veces el esfuerzo no se ve recompensado con los resultados deseados, o para dudar y pensar más de una vez “que hago yo aquí”. Un Ayuntamiento con un presupuesto anual de 80.000 euros como el de Riaguas tiene serias limitaciones para realizar cualquier cosa. Sientes que vives pendiente de las diferentes subvenciones como si esa fuera la única manera de sobrevivir. No existe realmente autonomía financiera. Por eso la escasez de dinero hay que suplirla con trabajo para intentar, en primer lugar, gestionar el presupuesto priorizando claramente las necesidades, que son casi infinitas. Pero también para ir un poco más allá de la mera gestión del día a día. Se trata de tener iniciativa.

Creo que en estos cuatro años las personas que componemos la Corporación en Riaguas, con el apoyo de la secretaría, hemos trabajado de manera coordinada y colaborativa. Y tengo que agradecer la ayuda constante del PSOE, siempre han estado ahí cuando les he solicitado asesoramiento sobre cualquier tema municipal sin pedir nada a cambio, lo que sin duda ha redundado en beneficio del municipio. Yo les aseguro que he cumplido con esa famosa frase que dice que el esfuerzo no se negocia. Sobre si ese esfuerzo se ha traducido en los resultados que los vecinos esperaban poca importa mi opinión porque soy parte interesada.

Sin embargo, sí quiero comentar dos cuestiones con las que siento cierta sensación de fracaso y no será por no haberle dedicado todo el tiempo del mundo. En primer lugar el estado de nuestra sanidad: he promovido concentraciones, participado en manifestaciones, he publicado diferentes artículos, me he reunido con diferentes actores del sector sanitario. En fin, he denunciado durante prácticamente toda la legislatura la situación de las personas mayores de nuestro pueblo tras los recortes de la Junta en materia de sanidad. La situación es una verdadera vergüenza. En Riaguas los usuarios del consultorio médico tienen casi todos más de 80 años y tras recortar la visita semanal del médico, ahora en teoría vienen cada 15 días. Pero o no vienen, o vienen los días que no están establecidos o lo hacen con horas de retraso. Puedo poner varios ejemplos de personas que han pedido cita telefónica para un día determinado y el médico no se ha presentado, o ha llegado hasta con tres horas de retraso, por no hablar de los cambios constantes de los días de visita asignados. A determinados dirigentes de la Junta y de la Gerencia de Sanidad de Segovia hay que decirles claramente que es difícil tratar peor a las personas mayores.

Y la otra, es la sensación de estar perdiendo una oportunidad histórica. Me refiero a los fondos Next Generation que está recibiendo España y que sin duda están modernizando nuestro país. Es prácticamente imposible que un municipio pequeño, por mucha iniciativa que tenga, acceda por sí mismo a estos fondos. Se necesita la cobertura técnica y política de la Diputación y otras instituciones de ámbito supramunicipal.  En Riaguas tenemos un proyecto excelente ya redactado que gira en tono a nuestro Observatorio Astronómico: la construcción de un centro de interpretación de la Astronomía que sin duda potenciaría el turismo y la economía en toda la comarca. Hasta el momento todos los esfuerzos para ponerlo en marcha han sido infructuosos.

En definitiva, no es nada fácil hacer frente a las carencias de todo tipo que tienen los municipios pequeños de la España vaciada, pero de nada sirve estar todo el día lamentándose. En estos cuatro años he aprendido que es mucho más productivo trabajar y tener iniciativa. Sin embargo, podría ser todo más sencillo si nadie olvidara que los pueblos pequeños existen no solo cuando se acercan las elecciones municipales.

 

Fernando Pérez Peña

Concejal PSOE Riaguas de San Bartolomé