• La portavoz municipal del PSOE, Clara Martín, aclara que el trabajo de medición de aforos de vehículos, ruidos y calidad del aire, que ahora ha puesto en marcha el Ayuntamiento, ya estaba previsto y contratado por el anterior Gobierno municipal socialista, mientras que ha sido el actual equipo de Gobierno del PP quien ha decidido la insólita fecha para esta toma datos. 
  • El PSOE, que logró captar 3,4 millones de euros de fondos europeos para convertir a Segovia en una ciudad modelo en movilidad sostenible, espera que el PP, poco entusiasta con estas políticas, trabaje de forma decidida para hacer realidad estos proyectos lo antes posible.

El Grupo Municipal del PSOE en el Ayuntamiento de Segovia ha reclamado al equipo de Gobierno del PP que afronte “con rigor y seriedad” las gestiones para la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en la ciudad de Segovia; en tanto que, a juicio de los socialistas, sería por ejemplo “un error mayúsculo” abordar el estudio para su puesta en marcha con los datos “irreales y ficticios” que pueda recopilar en este mes de agosto el aforador ya instalado desde hace unos días en la calle de San Juan.

Las últimas declaraciones, en rueda de prensa, de la alcaldesa accidental, Rosalía Serrano, este jueves, que denotan un evidente desconocimiento, han despertado la preocupación en el Grupo Municipal del PSOE: que, nuevamente, se pone a disposición del equipo de Gobierno del PP para resolver posibles dudas en torno a un proyecto que, en opinión de los socialistas, debe materializarse lo antes posible para convertir a Segovia en una ciudad modelo en sostenibilidad.

En contra de lo manifestado por la señora Serrano, que ha llegado a decir que había “muy poco” del proyecto de ZBE de Segovia, el PSOE recuerda que el anterior Gobierno municipal socialista liderado por Clara Martín logró una subvención de fondos europeos de 2.022.304 euros para la implantación de la ZBE, el carril bici y nuevos accesos peatonales; a los que se suman otros 1.430.000 euros para la compra de autobuses eléctricos y la electrificación del centro de operaciones. Son, en total 3.452.304 euros para convertir Segovia en una ciudad con una movilidad más sostenible.

Hasta diciembre de 2022 el Gobierno de España no concretó cual sería el procedimiento a seguir para la regulación de las Zonas de Bajas Emisiones y, en consecuencia, fue a partir de entonces (no pudo hacerlo antes) cuando el anterior Gobierno municipal socialista procedió a contratar los correspondientes estudios técnicos para este objetivo conforme a la normativa estatal de aplicación. Curiosamente, la señora Serrano no habló de esta circunstancia, aunque sí llegó a reconocer que, como Segovia, otras ciudades también deben pisar el acelerador para llegar a tiempo con la implantación de la ZBE.

En todo caso, el trabajo de medición de aforos de vehículos, de ruidos y calidad del aire, que ahora ha puesto en marcha el Ayuntamiento ya estaba previsto y contratado por el anterior equipo de Gobierno del PSOE; algo que, al parecer, desconocía la alcaldesa accidental, que llegó a asegurar ante los periodistas que no se habían encontrado nada avanzado para la implantación de la ZBE. El anterior Gobierno municipal del PSOE contrató los trabajos, pero ha sido el actual equipo del PP el que ha decidido el momento de la toma de la información. “Han elegido el peor momento. Tienen que recopilarse estos datos dentro de un mes, cuando vuelve la actividad ordinaria en nuestra ciudad”, reitera Clara Martín.

Al PSOE le preocupa que el PP no realice un trabajo serio de supervisión de estos estudios. “Si no van a tomar los datos más adelante será un error absoluto. Pensemos que agosto es el mes con menos circulación del tráfico rodado por la ciudad y los datos que ahora se puedan recopilar son totalmente irreales. Tendrían que hacerlo, por ejemplo, en octubre, cuando se puede pulsar el volumen habitual de tráfico, también por el interior del recinto amurallado”, ha insistido Clara Martín.

Al PP no le gustan demasiado las ZBE ni es un entusiasta de las políticas de movilidad sostenible, como hemos visto en su frontal oposición al carril-bici o el incomprensible rescate de un aparcamiento bajo el Paseo del Salón. Esperemos que se pongan a trabajar porque está en riesgo una importante subvención de fondos europeos y, lo que es más importante, gracias a esta subvención, el situar a Segovia como una ciudad amable con el peatón y de referencia en políticas de movilidad sostenible.