Buenas tardes.
Estimados compatriotas.
En el día de hoy, acabo de comunicar al Jefe del Estado la celebración mañana de un Consejo de Ministros extraordinario, para decretar el Estado de Alarma en todo nuestro país, en toda España, durante los próximos 15 días.
El Estado de Alarma es un instrumento de nuestro Estado de Derecho, recogido por nuestra Constitución, para enfrentar crisis tan extraordinarias como la que desgraciadamente está sufriendo el mundo y también nuestro país.
La emergencia sanitaria y social generada por el coronavirus conocido como COVID 19, crea circunstancias extraordinarias como las que la ley contempla para dotar al Gobierno de España de recursos legales también extraordinarios.
En la reunión prevista para mañana, el Consejo de Ministros adaptará un conjunto de decisiones excepcionales al amparo de la declaración del estado de alarma que se va a decretar mañana.
Estas decisiones estarán orientadas a movilizar todos los recursos del conjunto del Estado para proteger mejor la salud de todos los ciudadanos. Recursos económicos y sanitarios, tanto públicos como privados, tanto civiles como también militares, para la protección de todos los ciudadanos, en particular de los que resulten más
vulnerables frente al virus por su edad o por otros padecimientos previos. Y también para responder a la emergencia social y económica con la máxima agilidad y contundencia.
Queremos la máxima coordinación de recursos, eficiente y garantizada del conjunto de las administraciones públicas y su mejor funcionamiento. El Gobierno de España va a proteger a todos los ciudadanos y va a garantizar las condiciones de vida adecuadas para frenar la pandemia con la menor afectación posible.
Naturalmente, me dispongo a dar cuenta de inmediato al Congreso de los Diputados, ya he informado a la presidenta del Congreso, he trasladado a las principales fuerzas políticas esta decisión. Otro tanto haré con los presidentes autonómicos con quienes mantendré una conversación esta misma tarde. A todos
ellos y a todas ellas quiero trasladarles por anticipado mi reconocimiento por el trabajo que vienen haciendo, cada uno de sus instituciones y sus responsabilidades.
Y mi gratitud por su comprensión ante estas decisiones que se dirigen a combatir una emergencia que amenaza la salud y el bienestar de todos. Y que no atiende ni a fronteras ni internas ni externas.

Estamos solo en la primera fase de un combate contra el virus que libran todos los países del mundo y en particular nuestro continente Europa. Nos esperan semanas duras. Dijimos que vendrían días difíciles y tomamos medidas a la altura de esa dificultad. Y no cabe descartar que en la próxima semana alcancemos desgraciadamente los más de 10 mil afectados. Todo el esfuerzo de las autoridades sanitarias tanto internacionales, nacionales y autonómicas está dirigido a evitar una propagación demasiado rápida del virus para poder así auxiliar a los pacientes que
por su edad o por dolencias previas sean más vulnerables y precisen atención hospitalaria.
Todos tenemos una tarea y una misión en los próximos días, en las próximas semanas y no es menor. La primera línea la forman los profesionales de la salud.
Nuestro escudo frente al virus. Ellos con su entrega y con su sacrificio nos protegen a todos y merecen el reconocimiento y la gratitud de todos.
La misión de las autoridades sanitarias nacionales y autonómicas es también clara:
proporcionar a los profesionales los medios para desarrollar su labor y mantener y reforzar la extraordinaria coordinación que han desarrollado en estas semanas.
Quiero trasladar un mensaje muy especial a nuestros mayores y a las personas con enfermedades crónicas que debilitan sus defensas: deben protegerse al máximo frente a la infección. Evitar a toda costa los contactos y la exposición en espacios públicos.
También me gustaría dirigirme a los jóvenes, quienes tienen también una misión decisiva. Es cierto que por su vitalidad pueden sentirse al abrigo de los efectos más severos del virus, pero pueden actuar como transmisores a otras personas cercanas mucho más vulnerables. Su colaboración es decisiva para cortar los contagios y por
eso deben limitar los contactos y mantener la distancia social.
Y todas, todos, tenemos un deber personal: seguir a rajatabla las indicaciones de los expertos y colaborar unidos para vencer al virus con la máxima responsabilidad y absoluta disciplina social.
Lo he venido diciendo a lo largo de esta semana: haremos desde el Gobierno de España lo que haga falta, cuando falta y donde haga falta.
La declaración del estado de alarma permite movilizar al máximo los recursos materiales para combatir el virus. Pero me vais a permitir que hay un recurso fundamental que está más allá de cualquier ley o decreto y me gustaría a pelar a los compatriotas: la victoria depende de cada ciudadano en su hogar, en su familia, en
su trabajo, en su vecindario. El heroísmo consiste también en lavarse las manos, en quedarse en casa y en protegerse uno mismo para proteger al conjunto de la ciudadanía.

Tardaremos semanas pero pararemos al virus. Eso es seguro. Con unidad, responsabilidad y disciplina social. Superaremos esta emergencia amparándonos en el consejo de la ciencia y apoyándonos en todos los recursos del Estado. Pero también es seguro que lo conseguiremos antes y con los menores daños humanos,
económicos y sociales posibles si lo hacemos unidos y cumpliendo cada cual con nuestro deber. Este virus lo pararemos unidos. Muchas gracias. Buenas tardes.